¿Qué es una buena gafa infantil?
Materiales, forma del ojo, altura y apertura del puente, distancia pupilar y temporales, longitud de varillas: es la suma de estos factores y el equilibrio entre las limitaciones técnicas y el diseño, lo que hace una buena gafa infantil.
La montura ha de ser, sobre todo cómoda, sólida y debe adaptarse a la morfología del niño.
La montura ha de ser, sobre todo cómoda, sólida y debe adaptarse a la morfología del niño.
Las monturas para niños pequeños tienen un puente invertido para compensar la ausencia de puente nasal. Es preferible formas ovales o redondeadas con puentes bajos afín de que el ojo esté centrado en cada lente para obtener un mayor campo visual.
Una montura no debe ser ni demasiado grande ni demasiado pequeña. El ojo debe estar centrado en altura y anchura en cada lente para que el niño no mire por encima o debajo de sus gafas. No debe apoyar sobre las mejillas del niño y las varillas no deben ejercer presión sobre las sienes.
Es aconsejable optar por monturas equipadas con varillas flexibles para limitar las tensiones ejercidas durante su colocación y retirada de su rostro.
Finalmente, unas buenas gafas para niños son aquellas que el niño aceptará usar con agrado.
Por este motivo en Opal, ofrecemos a los niños gafas de moda y gafas con la imagen de sus personajes favoritos.
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